Dos alumnas del “Club de Lectura Itinerante”, esta tarde fueron a la Sala de 5 años, a leer los cuentos que ellas eligieron especialmente para los chicos.
Seleccionaron previamente entre diferentes libros de animales.
Después que Karina Torres se presentó con su nombre y apellido, se sentó en una silla en el centro de la Sala.
Apenas abrió su libro, los alumnos de Inicial se fueron levantando de sus sillitas y se dispusieron a su alrededor sentados sobre sus talones.
Aplausos finales y apareció Caterina.
Se presentó ante los chicos, quienes la rodearon enseguida intentando ver todos juntos, los dibujos de colores del nuevo libro.
La Maestra de la Sala, Graciela Lo Spinoso, interpretó el sentimiento de sorpresa de sus alumnos. Comentó la situación extraña para los más chicos, de ser visitados por lectoras con quienes comparten la misma escuela, el mismo patio de recreos...¡lectoras con delantal blanco!.
Y como la lectura siempre regala un sabor a sorpresa, también ese condimento se presentó bajo la forma de un espacio para la mirada al pasado.
Fue cuando inesperadamente Graciela les recordó a Karina y a Caterina ciertas anécdotas que habían vivenciado las tres, siete años atrás, cuando ambas cursaron con ella el Preescolar.
Momento de recuerdos imborrables, como cajas de recuerdos que se abrían a través de la palabra...
"La lectura" fue, sin duda alguna, "el artífice del nexo" entre el ayer, rememorando sus pasos en el Jardín de Infantes, el presente, recorriendo el último peldaño de su Primaria y el mañana, con la expectativa de cambios hacia la Escuela Media.
Una excelente experiencia, un círculo que se cierra, y que a la vez las animará a seguir leyendo para descubrir, detrás del placer de leer, otros nuevos gratos momentos.
Bibl. Lucía María Natalino
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